jueves, 14 de abril de 2011



La misión no es un tema nuevo en la Iglesia, pero un tema actual y urgente en la vida de la Iglesia, pues, en muchos rincones del mundo, la palabra ha sido predicada y vidas han sido alcanzado por el Evangelio. Sin embargo, la historia nos expresa, que no siempre la obra misionera estuvo enfocada en el Evangelio. En algunos países ha habido hostilidad hacia las misiones cristianas durante mucho tiempo, pero también hay creciente oposición en lugares donde antes la gente era tolerante hacia la actividad misionera, exactamente por la falta de testimonio dado por la obra misionera. Entonces, debemos admitir que siempre hubo personas que encontraron en la obra de Dios razones equivocadas para hacer la obra misionera. Además, aunque los misioneros que tienen las motivaciones adecuadas pueden cometer errores, pero, ninguna de estas situaciones invalidan el llamado del Evangelio y la necesidad de cumplir con la misión, que el Señor nos dio de Predicar el Evangelio.

Por tanto, deberíamos ser conscientes de la posibilidad de tener motivaciones incorrectas, y arrepentirnos de ellas cuando las descubrimos. Debemos pedir a Dios que las reemplace con las motivaciones correctas, para que nuestro servicio pueda ser puro y aceptable delante de Dios.

Cuando estamos enfocados en el Llamado que nos hace el Evangelio, aunque nuestra iniciativa sea como un grano de mostaza, se torna un gran paso en la Expansión del Reino de Dios, cuando la semilla es el Evangelio. Pablo escribiendo a la Iglesia de Roma nos dice en Romanos 1.16,17: “Porque no me avergüenzo del Evangelio, porque es el Poder de Dios para Salvación a todo aquel que cree; al Judío primeramente, y también del griego. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.” Aquí, Pablo establece este principio universal del Reino de Dios en la Plantación de Iglesia y la obra misionera en general, que el Justo por fe vivirá, no en un salto en la oscuridad, sino con su fe fundamenta en el Evangelio, que es el Poder de Dios. Esto permitirá a la Iglesia caminar en el rumbo correcto y cumplir el llamado de Dios. Por tanto, le invito que participe con nosotros en este paso de fe, será una linda jornada donde vamos reflexionar sobre el Llamado al Evangelio. vea más detalles.  www.acts29chile.com

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